ansiedad

y Sabine Schrör, periodista médica

Christiane Fux estudió periodismo y psicología en Hamburgo. El experimentado editor médico ha estado escribiendo artículos de revistas, noticias y textos fácticos sobre todos los temas de salud imaginables desde 2001. Además de su trabajo para, Christiane Fux también se dedica a la prosa. Su primera novela policiaca se publicó en 2012, y también escribe, diseña y publica sus propias obras policiacas.

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Sabine Schrör es escritora independiente del equipo médico de Estudió administración de empresas y relaciones públicas en Colonia. Como editora independiente, se ha desempeñado en casa en una amplia variedad de industrias durante más de 15 años. La salud es uno de sus temas favoritos.

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El miedo suele ser una reacción saludable a una situación amenazante. Pero también puede ser un síntoma de un trastorno mental o físico. Para algunas personas, el miedo es tan pronunciado que limita su calidad de vida. Lea aquí qué desencadena el miedo y cómo debe lidiar con él.

Breve descripción

  • Que es el miedo Básicamente, una reacción normal a situaciones amenazadoras. Algunas personas tienen más miedo que otras debido a su disposición y experiencias. El miedo es patológico si se produce sin un motivo concreto, se convierte en un acompañante frecuente / constante y perjudica la calidad de vida.
  • Formas de ansiedad mórbida: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, fobias (como claustrofobia, arácnido, fobia social), trastorno de estrés postraumático, neurosis cardíaca, hipocondría, miedos asociados con esquizofrenia y depresión.
  • Causas de la ansiedad patológica: Existen diferentes explicaciones (psicoanalíticas, conductuales y neurobiológicas). Los factores que causan ansiedad son el estrés, los traumatismos, el consumo de alcohol y drogas, ciertos medicamentos, la disfunción de la tiroides, las enfermedades cardíacas y cerebrales.
  • Cuando al doctor Con miedo excesivamente fuerte, estados de ansiedad en aumento o empeoramiento que no se pueden superar por uno mismo, con miedo sin una causa objetiva y / o calidad de vida severamente restringida debido al miedo.
  • Síntomas: palpitaciones, aumento del pulso, sudoración, temblores, dificultad para respirar, mareos. En casos severos, dolor de pecho, vómitos, diarrea, sensación de opresión, alteración de la conciencia, sensación de estar parado a su lado o perder la cabeza, miedo a la muerte en los ataques de pánico, dolor en la ansiedad generalizada.
  • Diagnóstico: discusión detallada, cuestionarios, posiblemente más exámenes.
  • Terapia: terapia cognitivo-conductual, métodos psicológicos profundos, medicación.
  • Profilaxis: técnicas de relajación, un estilo de vida saludable con mucho ejercicio y una dieta saludable.

Ansiedad: descripción

El miedo, como la alegría, la lujuria y la ira, es una de las emociones humanas básicas. Es crucial para la supervivencia: cualquiera que tenga miedo actúa con especial cuidado y atención en situaciones críticas, o ni siquiera se pone en peligro. Además, cuando tiene miedo, el cuerpo moviliza todas las reservas que necesita para luchar o huir.

Ansiedad: síntomas

La ansiedad está asociada con varios síntomas físicos. Esto incluye:

  • Palpitaciones
  • pulso acelerado
  • Transpiración
  • Temblar
  • Respiración dificultosa
  • mareo

Con mucho miedo, pueden producirse dolor en el pecho, vómitos, diarrea, sentimientos de opresión e incluso alteración de la conciencia. Los afectados se sienten como si estuvieran de pie junto a ellos mismos o se vuelven locos. Las personas afectadas por ataques de pánico a menudo se mueren de miedo. Los miedos generales, a su vez, a menudo se asocian con el dolor.

Miedo: ¿qué es normal, qué es patológico?

La ansiedad de una persona depende de varios factores. La disposición juega un papel importante. Pero las experiencias, especialmente las de la primera infancia, también dan forma al miedo. Es completamente normal que algunas personas sean más tímidas, se preocupen más rápidamente y sean más cautelosas que otras.

Se habla de miedo patológico cuando el miedo se produce sin un motivo concreto o incluso se convierte en un compañero constante. Entonces puede reducir significativamente la calidad de vida de la persona afectada. Estos miedos no son una reacción normal a una amenaza específica, sino un cuadro clínico independiente que debe tratarse psicoterapéuticamente.

Formas de trastornos de ansiedad.

El término trastorno de ansiedad se refiere a un grupo de trastornos mentales en los que aparecen síntomas de ansiedad sin ninguna amenaza externa. Estos síntomas de ansiedad pueden ser de naturaleza física (corazón acelerado, sudoración, etc.) y psicológica (pensamiento catastrófico, comportamiento de evitación como negarse a salir, etc.). Un trastorno de ansiedad puede tomar varias formas:

Trastorno de ansiedad generalizada

Para las personas con trastorno de ansiedad generalizada, la preocupación y el miedo son compañeros constantes. A menudo, estos miedos no tienen una razón específica (preocupaciones difusas, miedos y nerviosismo generalizado). No obstante, también pueden referirse a amenazas reales (posibilidad de accidente de coche o enfermedad de familiares cercanos, etc.), aunque los síntomas de miedo son exagerados. A menudo, el sentimiento de miedo es tan fuerte que la vida cotidiana está severamente restringida en muchas áreas.

Desorden obsesivo compulsivo

Este trastorno de ansiedad se caracteriza por pensamientos obsesivos y / o actos compulsivos. Por ejemplo, los afectados reaccionan tensos y ansiosos cuando se les impide realizar ciertos rituales. Esto incluye, por ejemplo, la compulsión de lavarse, contar objetos o comprobar repetidamente si las ventanas están cerradas. Por ejemplo, los pensamientos obsesivo-compulsivos pueden tener un contenido agresivo, ofensivo o aterrador.

fobia

Las personas con fobia temen demasiado a determinadas situaciones u objetos. La mayoría de los afectados saben que sus temores en realidad son infundados. Sin embargo, los estímulos clave correspondientes a veces desencadenan reacciones violentas de miedo. Dichos estímulos clave pueden ser determinadas situaciones (viajes en avión, gran altitud, viaje en ascensor, etc.), fenómenos naturales (tormentas, aguas abiertas, etc.) o ciertos animales (como arañas, gatos). A veces, las cosas asociadas con enfermedades y lesiones (sangre, inyecciones, etc.) también desencadenan una fobia.

Los expertos distinguen tres formas principales de fobia:

  • Agorafobia (claustrofobia): los pacientes con agorafobia temen al mundo exterior, especialmente a lugares desconocidos o multitudes. Temen situaciones de las que no pueden escapar o que no pueden controlar. El miedo puede aumentar a un ataque de pánico (trastorno de pánico con agorafobia). A medio plazo, los afectados suelen retirarse por completo por miedo al miedo y ya no salen de casa.
  • Fobia social: las víctimas temen ser el centro de atención, meterse en una situación embarazosa o fallar. Por eso se apartan cada vez más de la vida social.
  • Fobia específica: la fobia aquí tiene un desencadenante estrechamente circunscrito. Este es el caso de la fobia a las arañas, la fobia a las jeringas, el miedo a volar, la claustrofobia (miedo a los espacios reducidos) y el miedo a las alturas (fobia a las alturas).

Nota: No todas las fobias necesitan tratamiento. La terapia solo es aconsejable si el trastorno afecta la calidad de vida de los afectados.

Trastorno de estrés postraumático (PTSD)

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) ocurre como resultado de una experiencia extremadamente estresante o amenazante (trauma). Esto puede ser, por ejemplo, una experiencia de guerra, un desastre natural, un accidente grave, la muerte de un familiar cercano, abuso sexual u otras experiencias de violencia. Como resultado, no solo los afectados directamente, sino también los testigos de tales eventos traumáticos pueden desarrollar un trastorno de estrés postraumático.

Los llamados flashbacks son típicos del PTSD. Se trata de fragmentos de memoria que aparecen repentinamente, extremadamente estresantes, en los que los afectados reviven una y otra vez la experiencia traumática. Los flashbacks se desencadenan, por ejemplo, por ruidos, olores o determinadas palabras que están estrechamente vinculadas a la experiencia traumática. Para evitar estos estímulos, muchas personas traumatizadas se retiran. Son extremadamente nerviosos e irritables, sufren de trastornos del sueño y de la concentración, pero al mismo tiempo parecen cada vez menos emocionales.

Trastorno de pánico

Los pacientes con trastorno de pánico tienen repetidos ataques masivos de ansiedad con síntomas físicos y psicológicos graves. Estos incluyen dificultad para respirar, corazón acelerado, opresión en la garganta o sensación de asfixia, sudoración, náuseas, miedo a morir o perder el control y sentimientos de irrealidad.

Un ataque de pánico suele durar menos de media hora. Puede ocurrir de forma completamente inesperada o puede desencadenarse por determinadas situaciones. El trastorno de pánico suele ir acompañado de agorafobia ("claustrofobia"): en determinadas situaciones (como en multitudes) o en determinados lugares (por ejemplo, lugares públicos, transporte público), los afectados tienen miedo de no escapar lo suficientemente rápido o avergonzado Para llamar la atención con sus propios síntomas de pánico.

Nota: Las mujeres tienen aproximadamente dos veces más probabilidades de desarrollar un trastorno de pánico que los hombres.

Otros tipos de ansiedad

Las personas con hipocondría (nuevo nombre: trastorno hipocondríaco) viven con el temor constante de sufrir una enfermedad grave o incluso mortal. Al hacerlo, malinterpretan síntomas físicos inofensivos. Incluso la seguridad de los médicos de que están sanos no puede convencerlos ni tranquilizarlos.

La hipocondría es uno de los llamados trastornos somatomorfos, al igual que la neurosis cardíaca: aquí los afectados sufren palpitaciones y dificultad para respirar y temen un ataque cardíaco sin una causa orgánica de los síntomas que se encuentran.

A veces, la ansiedad aparece como síntoma de otras afecciones médicas. Por ejemplo, las personas con esquizofrenia a menudo sufren de ansiedad masiva. Perciben su mundo exterior como una amenaza, tienen alucinaciones o paranoia. La depresión también se asocia a menudo con miedos objetivamente infundados.

Ansiedad: causas

Existen varias teorías sobre el desarrollo de ansiedad patológica o trastornos de ansiedad:

  • Los enfoques psicoanalíticos asumen que los trastornos de ansiedad ocurren en personas que no han aprendido a lidiar con el miedo normal. En situaciones de conflicto, se sienten abrumados, por lo que surgen sentimientos de miedo infantiles e incontrolables.
  • Los enfoques conductuales, por otro lado, consideran que los miedos deben aprenderse. Un ejemplo es el miedo a volar. Puede surgir si la persona en cuestión ha experimentado una situación amenazante, como una turbulencia grave, a bordo. Por lo tanto, los miedos pueden desarrollarse mediante la mera observación, por ejemplo, cuando un niño experimenta que su madre le tiene miedo a una araña.
  • Los enfoques neurobiológicos, por otro lado, asumen que el sistema nervioso autónomo en pacientes ansiosos es más inestable que en personas sanas y, por lo tanto, reacciona de manera particularmente rápida y violenta a los estímulos.

Factores que pueden desencadenar la ansiedad.

  • Estrés: el estrés emocional fuerte puede provocar sentimientos permanentes de miedo o ataques de pánico.
  • Trauma: las experiencias traumáticas como la guerra, los accidentes, el abuso o los desastres naturales pueden desencadenar temores recurrentes.
  • Consumo de alcohol y drogas: El consumo de drogas como alcohol, LSD, anfetaminas, cocaína o marihuana también puede provocar ansiedad o pánico.
  • Medicamentos: ciertos medicamentos pueden causar palpitaciones, dificultad para respirar y ansiedad como efectos secundarios. Esto es especialmente cierto para las sustancias que afectan la psique, el cerebro y las funciones nerviosas, afectan el corazón y la respiración o interfieren con el equilibrio hormonal.
  • Trastornos de la tiroides: tanto la tiroides hiperactiva como hipoactiva pueden provocar ansiedad y ataques de pánico.
  • Enfermedades cardíacas: los problemas cardíacos orgánicos como las arritmias cardíacas o la opresión del corazón (angina de pecho) también pueden desencadenar sentimientos masivos de ansiedad.
  • Enfermedades cerebrales: en casos raros, el miedo es causado por una enfermedad cerebral orgánica, como una inflamación o un tumor cerebral.

¿Cuándo debería consultar a un médico?

Si se encuentra en alguna de las siguientes situaciones, debe consultar a un médico acerca de su ansiedad:

  • Tu miedo es excesivo.
  • Su ansiedad se vuelve más común y se vuelve más intensa cada vez.
  • No puedes superar tu miedo por tu cuenta.
  • Sus condiciones de vida actuales no pueden explicar el nivel de miedo.
  • Su calidad de vida está severamente limitada debido a sus miedos.
  • Te estás alejando de la vida social debido a tus miedos.

¡No dudes en acudir al médico! Cuanto más duran los síntomas de un trastorno de ansiedad, más pueden solidificarse. Entonces, la terapia suele ser más difícil y más prolongada. Por lo tanto, si tiene algún signo de un trastorno de ansiedad, debe buscar ayuda profesional lo antes posible.

Nota: Los miedos que tienen una causa comprensible también pueden requerir tratamiento. Por ejemplo, cuando una enfermedad potencialmente mortal como el cáncer se acompaña de miedos masivos.

¿Qué dice el doctor?

El médico hace el diagnóstico después de una conversación detallada, en la que se discuten las posibles causas y desencadenantes de los miedos (anamnesis). Los cuestionarios especializados ayudan con esto. Permiten una evaluación de qué tan fuerte es su miedo y contra qué se dirige. En algunos casos, es necesario realizar más exámenes para descartar causas orgánicas de los síntomas de ansiedad.

Una vez que se hayan aclarado sus temores, el médico puede sugerir el tratamiento adecuado.

Terapia de conducta cognitiva

La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser especialmente útil en el tratamiento de los miedos. Esto permite descubrir y cuestionar patrones de comportamiento, pensamientos y sentimientos que provocan ansiedad. Los ejercicios específicos ayudan a cambiar estos patrones que provocan ansiedad.

En la terapia de exposición, por ejemplo, el paciente se expone deliberadamente a la situación que le induce al miedo, primero en su imaginación, luego en la realidad. El terapeuta lo ayuda a soportar el miedo. De esta forma, el paciente experimenta que la catástrofe temida no se materializa y el miedo cede por sí solo. El cerebro almacena esta experiencia para que cada vez que te enfrentes a su disparador, el miedo disminuya. Las fobias y los trastornos obsesivo-compulsivos se pueden tratar particularmente bien con terapia de exposición.

Los pacientes con fobia social pueden experimentar situaciones aterradoras mediante juegos de roles en una habitación protegida. De esta manera adquieren confianza en sí mismos y habilidades sociales. Esto les ayuda a superar sus miedos.

Métodos psicológicos profundos

A veces, la terapia psicológica profunda (por ejemplo, el psicoanálisis) también puede ser útil. Al hacerlo, se pueden descubrir problemas emocionales más profundos y tratarlos como la raíz del miedo.

Medicamento

Además de las medidas psicoterapéuticas, la medicación puede ayudar a controlar la ansiedad. Entre otras cosas, los antidepresivos han demostrado su eficacia. Los sedantes como las benzodiazepinas también pueden aliviar la ansiedad. Sin embargo, dado que pueden ser adictivos, solo deben tomarse bajo supervisión médica y durante un período de tiempo limitado.

Nota: Si otras enfermedades (como la esquizofrenia) son la causa de la ansiedad, estas deben tratarse de forma profesional.

Que puedes hacer tu mismo

Si tiene ansiedad crónica, debe buscar ayuda psicoterapéutica rápidamente. Porque cuanto más dura un trastorno de ansiedad, más difícil resulta tratarlo.

Enfrenta el miedo de una manera relajada.

En cualquier caso, tiene sentido aprender un método de relajación. La razón: la relajación y el miedo son dos estados emocionales que se excluyen mutuamente. Entonces, una vez que domine una técnica de relajación, puede usarla para controlar la ansiedad e incluso los ataques de pánico. Son posibles ejercicios especiales de respiración, yoga, entrenamiento autógeno o relajación muscular progresiva según Jacobson.

Encajar contra el miedo

Además, un estilo de vida más saludable también puede tener un efecto positivo sobre los síntomas de ansiedad. El deporte reduce el estrés y fortalece la forma física. Además, el ejercicio mejora el sueño, lo que se altera significativamente en muchos pacientes con ansiedad. Una dieta saludable proporciona energía adicional. Todo esto también tiene un impacto en la estabilidad mental: aquellos que se sienten más alerta y en forma pueden lidiar mejor con los problemas, los conflictos y el miedo.

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