Hipersensibilidad al ruido (hiperacusia)

y Eva Rudolf-Müller, doctora

Eva Rudolf-Müller es escritora independiente en el equipo médico de Estudió medicina humana y ciencias de la prensa y ha trabajado repetidamente en ambas áreas: como médica en la clínica, como revisora ​​y como periodista médica para varias revistas especializadas. Actualmente trabaja en el periodismo online, donde se ofrece una amplia gama de medicinas a todo el mundo.

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Para algunas personas, los ruidos cotidianos como el ladrido de un perro o el teléfono son una tortura, reaccionan de forma nerviosa o agresiva e incluso pueden sufrir palpitaciones, hipertensión y sudoración. Los médicos lo llaman hiperacusia cuando hay una hipersensibilidad a todos los sonidos.

Hiperacusia: incluso el silencio es demasiado ruidoso

Las personas con hiperacusia encuentran incómodos incluso los ruidos moderadamente fuertes o incluso los silenciosos. Aunque el volumen de dichos ruidos está en realidad muy por debajo del umbral del dolor, provoca síntomas como palpitaciones o inquietud en los afectados. La hiperacusia es particularmente común en personas con tinnitus.

Hiperacusia: son posibles muchas causas

La hiperacusia puede tener diferentes causas. Los médicos sospechan que el procesamiento de las señales auditivas en el cerebro está alterado.

El cerebro humano normalmente distingue los sonidos importantes de los que no lo son y suprime estos últimos. Por ejemplo, una madre se despierta ante el menor ruido de su bebé, mientras que el ruido de la calle, por otro lado, la deja dormir tranquilamente. Este mecanismo no parece funcionar en personas con hiperacusia.

  • El aumento de la sensibilidad al ruido a menudo ocurre después de una pérdida auditiva repentina o en personas con tinnitus.
  • El estrés puede afectar las señales auditivas y, por lo tanto, causar hiperacusia.
  • Si los afectados tienen miedo a los ruidos fuertes y se retiran al silencio, esto puede aumentar la hiperacusia.
  • Las migrañas pueden causar hiperacusia temporal.
  • Ciertas enfermedades neurológicas como la epilepsia, la esclerosis múltiple o la parálisis facial (parálisis facial) pueden provocar hiperacusia.
  • Varias sustancias, como los principios activos farmacéuticos como el ácido acetilsalicílico, la quinina y la vitamina B6, pueden modificar la percepción auditiva y, por tanto, desencadenar hiperacusia.
  • La hiperacusia también es posible como resultado de una operación de otosclerosis.

Síntomas de hiperacusia

La sensibilidad al ruido puede variar en intensidad. Los ruidos cotidianos no solo se perciben subjetivamente como desagradables, sino que también provocan reacciones físicas como palpitaciones, aumento de la presión arterial, sudoración, tensión en la zona de los hombros y el cuello, miedo o inquietud. Algunos de los afectados viven con el miedo constante a los ruidos fuertes. Luego evitan las actividades en público y se retiran completamente socialmente.

La hiperacusia se asocia a menudo con otras enfermedades. Los afectados suelen sufrir otros síntomas como un zumbido en el oído (tinnitus).

La hipersensibilidad al ruido rara vez ocurre en la infancia.

Hiperacusia: investigaciones

Primero, el médico pregunta sobre el historial médico del paciente (anamnesis). También pregunta sobre las actividades de ocio y el trabajo. A esto le sigue un examen de oído, nariz y garganta.

En la prueba de audición, la hiperacusia puede mostrar una audición de normal a muy buena. En algunos casos, la discapacidad auditiva es la causa de la hiperacusia. Se pueden encontrar anomalías al comprobar el umbral de incomodidad: las personas sensibles al ruido encuentran rápidamente los sonidos desagradables.

Dependiendo de los síntomas adicionales, el médico realizará más exámenes para descubrir las posibles causas de la hiperacusia.

Hiperacusia: terapia

Este problema no se puede resolver con tapones para los oídos. La atención se centra en el asesoramiento neurootológico: se trata de una consulta detallada del paciente, que a veces dura varias semanas, por parte de un neurólogo y un otorrinolaringólogo que explica las causas y relaciones de la sensibilidad al ruido.

Otra parte esencial de la terapia para la hiperacusia es el uso de una máscara parcial o un ruido. El pequeño dispositivo es similar a los audífonos clásicos y genera ruidos ajustables individualmente.

En primer lugar, se establece un ruido de fondo muy bajo que el interesado percibe como agradable. Poco a poco, también hay ruidos ambientales más fuertes. Con la ayuda de esta técnica, el cerebro debería aprender a bloquear los ruidos sin importancia. Este proceso de desensibilización (habituación) puede tardar hasta un año.

Incluso sin ruido, es aconsejable garantizar un ruido de fondo bajo y constante en el caso de hiperacusia, causada, por ejemplo, por una fuente de la habitación, música suave, "ruidos naturales" o un ventilador. Es importante que el volumen apenas se perciba y no moleste.

Actualmente se está investigando si los fármacos que influyen en el neurotransmisor serotonina en el cerebro pueden ser útiles en caso de hipersensibilidad al ruido.

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