Fiebre en los niños

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Que es la fiebre

Los niños sanos tienen una temperatura corporal entre 36,5 y 37,5 grados Celsius (° C). La temperatura se incrementa en valores entre 37,6 y 38,5 ° C. Los médicos luego hablan de fiebre en niños a partir de 38,5 ° C. Un niño tiene fiebre alta a partir de una temperatura de 39 ° C. A temperaturas de más de 41,5 grados, se vuelve potencialmente mortal porque se destruyen las proteínas del propio cuerpo.

Sin embargo, la fiebre no es una enfermedad, sino una reacción protectora. Con el aumento de temperatura, el cuerpo moviliza sus defensas para combatir patógenos no deseados. Debido a que a las bacterias y los virus no les gustan las temperaturas corporales altas, pueden reproducirse peor.

La fiebre en los niños puede reconocerse por el hecho de que la cara está roja y caliente, pero la piel está pálida y fría. Algunos niños parecen estar ausentes y con sueño, otros gimotean o no quieren comer.

¿Cómo se mide la fiebre?

Existen diferentes métodos para medir la fiebre: las mediciones en la axila o en el oído proporcionan valores menos precisos, es decir, valores alrededor de 0,5 grados por debajo de la temperatura corporal central real. Esto se debe a que la protección térmica natural de la piel falsea un poco la medición. Será más preciso si mide la temperatura de su hijo en la boca o, mejor aún, en el ano.

¿Cuándo y por qué se debe tratar la fiebre?

Dado que la fiebre es un mecanismo de defensa natural del cuerpo, no debe tomar medidas para reducirla de inmediato.

Si es posible, la fiebre en los niños solo debe tratarse con agentes antipiréticos a partir de una temperatura superior a 39 ° C (medida en las nalgas) y en casos excepcionales (por ejemplo, si el niño sufre mucha fiebre y parece cada vez más exhausto).

Los bebés que tienen fiebre alta suelen estar cansados, agotados y, en general, se sienten enfermos. Después de las medidas para bajar la fiebre, generalmente se sienten mucho mejor. Además, existe el riesgo de convulsiones febriles en los niños pequeños, por lo que se recomienda una reducción temprana de la fiebre, especialmente para los niños en riesgo. Como regla general, si un niño tiene menos de tres meses, los padres deben consultar a un médico a una temperatura de 38 ° C y discutir con él las medidas para bajar la fiebre.

¿Cómo puedes bajar la fiebre?

Hay dos formas de reducir la fiebre: medidas no farmacológicas y fármacos antipiréticos.

Medidas no farmacológicas:

Los niños con fiebre no deben vestirse (demasiado) abrigados ni cubiertos. La ropa demasiado abrigada no deja escapar el calor. La ropa fina, como una camiseta ligera y una sábana para cubrirse, suele ser suficiente.

Las vendas para pantorrillas también pueden proporcionar enfriamiento para las piernas calientes: sumerja toallas de algodón en agua tibia (alrededor de 20 grados, es decir, unos grados más frías que la temperatura corporal del niño), escúrralas ligeramente y luego envuélvalas alrededor de las pantorrillas del niño. Luego, coloque un paño seco alrededor de cada becerro y un paño de lana sobre él. La evaporación del agua proporciona enfriamiento y una mayor disipación de calor. Deje las compresas para pantorrillas puestas hasta que estén calientes al tacto (esto toma alrededor de 15 a 20 minutos), luego retírelas. Tan pronto como las pantorrillas se hayan calentado, puede hacer otra envoltura.

El niño debe beber mucho (té, jugo, agua), preferiblemente algo cada media hora.

Dele alimentos de fácil digestión como compota. Si no les gusta comer, no los obligue a hacerlo.

Asegúrese de que el niño esté en reposo (reposo en cama), incluso cuando haya bajado la fiebre y el pequeño paciente quiera jugar. Asegúrese de que el niño haga descansos frecuentes.

Controle la temperatura con regularidad, especialmente si el niño es pequeño o tiene fiebre alta. Pero no deberías despertarlo para hacer esto.

Tratamiento con medicación:

Los medicamentos antipiréticos para niños están disponibles en forma de jugo, supositorios, gotas y tabletas. La mayoría de las veces, también tienen un efecto analgésico y antiinflamatorio (por ejemplo, ibuprofeno). Administre medicamentos antipiréticos a su hijo según las indicaciones de un médico.

Advertencia: ¡Nunca dé ácido acetilsalicílico (AAS) a niños pequeños! Este analgésico y el medicamento para la fiebre pueden causar una rara enfermedad hepática-cerebral llamada síndrome de Reye, que puede ser fatal.

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