Suicidio

Sabine Schrör es escritora independiente del equipo médico de Estudió administración de empresas y relaciones públicas en Colonia. Como editora independiente, se ha desempeñado en casa en una amplia variedad de industrias durante más de 15 años. La salud es uno de sus temas favoritos.

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El término suicidalidad describe la tendencia a provocar la propia muerte oa través de otros. Puede variar en gravedad y casi siempre se debe a una enfermedad mental.En el caso de suicidalidad aguda, está indicada una acción rápida; los afectados necesitan ayuda psiquiátrica lo antes posible. Lea aquí cómo puede reconocer el suicidio, qué factores de riesgo son relevantes y qué pueden hacer los familiares para ayudar a los afectados.

Códigos ICD para esta enfermedad: los códigos ICD son códigos reconocidos internacionalmente para diagnósticos médicos. Se pueden encontrar, por ejemplo, en cartas médicas o en certificados de incapacidad laboral. R45

Breve descripción

  • Suicidalidad - Definición: La suicidio describe la experiencia y el comportamiento que apunta a provocar conscientemente la propia muerte. Posibilidad de diferentes características y fases.
  • Causas y factores de riesgo: principalmente enfermedades mentales, pero también suicidios o intentos de suicidio en la familia, propios intentos de suicidio en el pasado, situaciones o eventos estresantes de la vida, vejez, enfermedades físicas graves
  • Síntomas y señales de advertencia: por ejemplo, retraimiento social, expresar pensamientos suicidas, descuidar la dieta y la higiene personal, despedirse, regalar artículos personales, preparar un testamento
  • Tratamiento: tratamiento de emergencia para la suicidalidad aguda. Psicoterapia, entrenamiento conductual, entrenamiento cognitivo, medicación para una enfermedad mental subyacente.
  • Tratar con personas en riesgo de suicidio: abordar activamente el tema, no juzgarlo, mantenerse sobrio y objetivo, organizar ayuda psiquiátrica profesional, no dejar a la persona sola, en grave peligro: ¡llame al número de emergencia!

¿Qué es el suicidio?

Se habla de tendencias suicidas cuando la experiencia y el comportamiento de una persona tienen como objetivo provocar conscientemente su propia muerte, activa o pasivamente. Tal tendencia al suicidio puede ocurrir una vez o volverse crónica. El suicidio crónico significa que los afectados desarrollan repetidamente pensamientos e intenciones suicidas y, por lo general, ya han intentado uno o más suicidios.

En la literatura psiquiátrica se distinguen diferentes formas de suicidio, por ejemplo:

  • La necesidad de descansar y retirarse sin ganas de morir.
  • Enfermedad de la vida emparejada con el deseo de morir sin causar la muerte a ti mismo
  • Pensamientos suicidas sin presión aguda para actuar y planes concretos
  • Intenciones suicidas: planes concretos para suicidarse
  • Impulsos suicidas: ocurren repentinamente con una gran presión para quitarse la vida de inmediato.
  • Actos suicidas: implementación real de intenciones o impulsos suicidas
  • Intento de suicidio: un acto de suicidio al que sobrevivió la víctima
  • Suicidio: un acto de suicidio con desenlace fatal

El objetivo de esta clasificación es poder evaluar el tipo de medidas de intervención necesarias con la mayor precisión posible en cada caso individual.

¿Qué son los pensamientos suicidas?

Los pensamientos suicidas surgen cuando la angustia psicológica de una persona gana. Entonces pueden surgir pensamientos como "¿Qué sentido tiene todo esto?", "Sería mejor estar muerto" o "No quiero seguir viviendo así". Estos pensamientos pueden variar ampliamente en frecuencia e intensidad. Cuanto más ocurren y más urgentes son, más personas afectadas pierden de vista las alternativas al suicidio.

Etapas del suicidio según Pöldinger

Un modelo probado para describir el curso de las tendencias suicidas es el modelo de etapas desarrollado por el psiquiatra austriaco Walter Pöldinger. Divide el desarrollo suicida en tres fases:

Primera consideración

Lo típico de la primera fase son los pensamientos suicidas repetidos y el aislamiento social de los afectados. Además, los sucesos suicidas, por ejemplo en los medios de comunicación o en el propio entorno, se perciben de forma más intensa o selectiva. En esta fase, sin embargo, los afectados todavía pueden distanciarse de sus pensamientos suicidas, todavía son capaces de autorregularse. A menudo envían señales ocultas para llamar la atención sobre su difícil situación.

2. Ambivalencia

En la segunda etapa, los afectados ya no pueden distanciarse de sus pensamientos suicidas y el autocontrol ya no es posible. Tus pensamientos giran cada vez más en torno al suicidio, el espacio para otros pensamientos desaparece. Los afectados luchan entre la autoconservación y el suicidio. A menudo es durante esta fase cuando expresan sus pensamientos suicidas a familiares o amigos por primera vez o buscan contacto con un médico.

3. Decisión

En la última fase, la autorregulación sigue suspendida. Los afectados ahora a menudo parecen relajados y relajados porque se ha eliminado el peso de la decisión. El peligro para los profanos de asumir una mejora en la salud mental ante este cambio es grande. De hecho, en esta etapa, los afectados hacen preparativos concretos para el suicidio. Puede que estén formulando sus testamentos, despidiéndose de familiares y amigos o anunciando un viaje largo; ¡estas señales de advertencia deben tomarse muy en serio!

Síndrome presuicida según Erwin Ringel

En la década de 1950, el psiquiatra Erwin Ringel entrevistó a unas 750 personas que habían sobrevivido a un intento de suicidio. Con base en los resultados, formuló el llamado síndrome presuicida. Incluye características específicas que suelen ocurrir antes de un intento de suicidio. Se consideran señales de advertencia y siempre deben tomarse en serio:

  • Reducción: los afectados ven cada vez menos opciones o alternativas al suicidio. Este estrechamiento de la percepción puede deberse a la propia situación de la vida o ciertos eventos (por ejemplo, aislamiento social, desempleo, enfermedad, pérdida de la pareja). Pero también puede basarse en una enfermedad mental (por ejemplo, depresión).
  • Agresión: los afectados tienen un gran potencial de agresión, pero no pueden mostrar su ira exteriormente, sino dirigirla contra sí mismos, lo que se conoce como reversión de la agresión.
  • Escape a un mundo de fantasía: Los afectados desarrollan un mundo ilusorio porque ya no se sienten a la altura de la realidad. En este mundo de fantasía, los pensamientos suicidas ocupan cada vez más espacio hasta que finalmente llega el suicidio (intento).

Suicidalidad: frecuencia

Alrededor de 10.000 personas mueren cada año en Alemania como consecuencia del suicidio. Además, cada año se producen entre 10 y 20 veces más intentos de suicidio. En las estadísticas de causa de muerte, el suicidio está muy por delante de los accidentes de tráfico con alrededor de 3.300 muertes por año y las drogas con alrededor de 1.400 muertes anuales.

Dos de cada tres suicidios son cometidos por hombres. Las mujeres, por otro lado, intentan suicidarse con más frecuencia, especialmente las mujeres jóvenes menores de 30 años.

Suicidalidad: causas y factores de riesgo

Más del 90 por ciento de todos los suicidios son causados ​​por una enfermedad mental. Más del 50 por ciento de ellos son depresión. Los síntomas asociados, como la desesperanza, los sentimientos de culpa, el vacío interior y la incapacidad de sentir alegría, hacen que los afectados sean particularmente susceptibles a pensamientos, intenciones y acciones suicidas.

La esquizofrenia, ciertos trastornos de la personalidad como el límite y las adicciones también aumentan el riesgo de suicidio.

Otros factores de riesgo de suicidio son, por ejemplo:

  • Suicidios familiares o intento de suicidio
  • propios intentos de suicidio en el pasado
  • Pertenecer a grupos sociales marginales
  • desempleo
  • problemas financieros
  • Experiencias de violencia
  • Separación del compañero de vida
  • Muerte de parientes cercanos
  • edad creciente
  • Soledad / aislamiento social
  • Enfermedades físicas, especialmente aquellas asociadas con el dolor.

Suicidalidad: síntomas y señales de advertencia

¿Cómo se puede reconocer el suicidio y la ideación suicida? Hay algunos síntomas y señales de advertencia que podrían indicar un suicidio planeado, en particular:

  • Retiro social
  • expresión directa o indirecta de ideación suicida
  • cambios externos, por ejemplo, ropa oscura, apariencia descuidada
  • Descuido de la dieta y la higiene personal.
  • comportamientos de riesgo
  • Di adiós, regala cosas personales, prepara un testamento
  • Crisis de vida

Se habla de suicidalidad aguda cuando la persona en cuestión tiene pensamientos intensos que están cansados ​​de la vida e intenciones suicidas específicas, por lo que existe el riesgo de un acto de suicidio agudo. El suicidio agudo puede reconocerse por los siguientes signos. Los afectados...

  • se aferra a sus intenciones suicidas incluso después de una larga conversación
  • tiene pensamientos suicidas urgentes
  • es desesperada
  • está socialmente aislado o recientemente se ha retirado significativamente
  • sufre un episodio psicótico agudo
  • ya ha intentado uno o más intentos de suicidio

¿Observa uno o más de los síntomas y signos anteriores en un familiar, amigo o conocido? Entonces actúe con rapidez. Traiga el tema y ofrezca su apoyo. Acompañar al afectado, por ejemplo, a un ambulatorio psiquiátrico. En caso de suicidio agudo, debe marcar el número de emergencia (Tel. 112).

Pensamientos suicidas: ¿qué hacer?

Los pensamientos suicidas siempre deben ser tomados en serio, por los afectados, pero también por familiares y amigos. Desafortunadamente, todavía existe un prejuicio generalizado de que alguien que habla de suicidio no lo es. ¡Esto está mal! De hecho, a menudo ocurre lo contrario: muchas personas que están cansadas de la vida anuncian su suicidio, directa o indirectamente, por ejemplo, haciendo declaraciones como "Todo ya no tiene sentido", "Ya no puedo" o cosas por el estilo. .

Pensamientos suicidas: ¿qué hacer?

¡Siempre debe hacer algo acerca de los pensamientos suicidas que usted mismo alberga o que alguien más está expresando! Lo importante es la frecuencia y la urgencia de estas consideraciones. En el primer paso, puede ayudar una conversación abierta con un confidente cercano, donde se expresan los pensamientos a menudo atormentadores.

Sin embargo, si los pensamientos suicidas son muy urgentes y frecuentes y la persona en cuestión ya no puede distanciarse de ellos, es necesaria una ayuda psiquiátrica rápida (de emergencia).

En el caso de suicidalidad aguda, debe comunicarse con el número de emergencia (Tel. 112) o acudir de inmediato a una clínica psiquiátrica para pacientes externos para controlar la crisis aguda. ¡Nunca deje sola a la persona afectada!

Suicidalidad aguda: tratamiento médico

Para el tratamiento de la suicidalidad aguda, inicialmente se usan medicamentos depresores y calmantes. Si el peligro agudo ha disminuido, siguen discusiones psicoterapéuticas. La continuación del tratamiento en la clínica o de forma ambulatoria depende de la evaluación del riesgo de suicidio del paciente.

Los elementos importantes del tratamiento son, por ejemplo:

  • Los factores de riesgo como los contactos sociales problemáticos o el consumo de drogas se eliminan en la medida de lo posible.
  • Se garantiza una estrecha vigilancia de los pacientes para que no tengan acceso a herramientas potencialmente suicidas, como armas o medicamentos.
  • A veces, los psicofármacos están indicados para tratar una enfermedad mental subyacente.
  • Algunos terapeutas celebran un contrato de no suicidio con el paciente. Este acepta el tratamiento y declara no hacerse daño durante la terapia. Por supuesto, este contrato no es legalmente vinculante, pero fortalece la relación de confianza y cumplimiento, es decir, la voluntad del paciente de participar activamente en el tratamiento.
  • Los pacientes suicidas a menudo carecen de una estructura diaria fija que les brinde apoyo en la vida cotidiana. Por lo tanto, parte del tratamiento consiste a menudo en ayudas de estructuración concretas, por ejemplo en forma de planes diarios desarrollados conjuntamente.
  • El entrenamiento conductual puede ayudar a los pacientes a regular sus emociones y manejar mejor los conflictos.
  • Con ejercicios de autoconfianza y entrenamiento en comunicación, se pueden mejorar las habilidades sociales del paciente.
  • Los métodos de terapia cognitiva tienen como objetivo cambiar el estilo de pensamiento disfuncional, que se caracteriza por la desesperanza, la autodevaluación, la melancolía y las evaluaciones negativas del futuro.
  • La participación de familiares o amigos cercanos puede contribuir al éxito de la terapia.

Lidiando con el suicidio: consejos para familiares

Está preocupado por un familiar y se pregunta: ¿Qué hacer si tiene tendencias suicidas? El consejo más importante para lidiar con las tendencias suicidas es: ¡Esté allí! No los dejes solos y cuídalos. Otros consejos importantes:

  • Hable abiertamente: aborde activamente el tema de las tendencias suicidas. Mantén la calma y la seriedad. El miedo a forzar el suicidio al abordarlo es infundado. Para los afectados, suele ser muy reconfortante poder compartir los pensamientos suicidas, a menudo vergonzosos y atormentadores, con alguien en quien confían.
  • Tómate en serio: toma en serio la ideación suicida y no los juzgues. Evite expresiones como "Todo irá bien" o "Ahora recupere la calma". Incluso si los problemas descritos no le parecen serios, los afectados lo ven de manera completamente diferente debido a sus patrones de pensamiento y percepción reducidos.
  • Organice la ayuda profesional: no dude en organizar la ayuda profesional. Los afectados a menudo ya no pueden hacer esto por sí mismos. Convence a su familiar / amigo para que busque tratamiento psiquiátrico y acompáñelo allí. En caso de suicidio agudo, llame al médico de emergencia o acompañe a su familiar / amigo a la sala de emergencias psiquiátricas.

Importante: Asuma la responsabilidad de la persona en riesgo de suicidio organizando ayuda, permaneciendo a su lado y haciéndola sentir completamente a su lado. Seguro que sabes lo importante que es tener a alguien cercano a tu lado en una aguda crisis existencial.

Suicidalidad: puntos de contacto

Además de los psiquiatras y psicoterapeutas residentes y las clínicas psiquiátricas, existen otros puntos de contacto para las personas en riesgo de suicidio y sus familiares. Por ejemplo:

  • Asesoramiento telefónico al 0800-1110111
  • Servicio de psiquiatría social con asesoramiento y apoyo local. El departamento de salud local proporciona direcciones
  • Teléfono de información Depression of the German Depression Aid al 0800-33 44 533.

Los grupos de autoayuda que se ocupan de los temas de la depresión y las enfermedades mentales también pueden brindar apoyo en caso de tendencias suicidas. Las direcciones y la información de contacto se pueden encontrar en Internet.

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