Pobre concentración

Martina Feichter estudió biología con una asignatura optativa de farmacia en Innsbruck y también se sumergió en el mundo de las plantas medicinales. De ahí no fue lejos para otros temas médicos que aún la cautivan hasta el día de hoy. Se formó como periodista en la Academia Axel Springer en Hamburgo y ha estado trabajando para desde 2007, primero como editora y desde 2012 como escritora independiente.

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Todo el mundo sufre de falta de concentración de vez en cuando. Entonces ya no se logra prestar atención a algo y concentrarse en ello. La falta de concentración puede tener varias causas. Lea aquí cuáles pueden ser y qué se puede hacer frente a la falta de concentración.

Breve descripción

  • Causas: p. Ej., Sobrecarga mental, trastornos del sueño, falta de nutrientes, muy poco ejercicio, trastornos circulatorios, demencia, debilidad renal (insuficiencia renal), anorexia, presión arterial baja, hipotiroidismo.
  • Poca concentración en los niños: a menudo se reconoce por errores por descuido (por ejemplo, en problemas de aritmética) o se distrae fácilmente. Las causas comunes son, por ejemplo, demandas excesivas, estrés, intolerancia alimentaria, TDAH o falta de tensión muscular.
  • ¿Qué ayuda con la falta de concentración? Dependiendo de la causa, por ejemplo, descansos regulares, ritmo de sueño regular, más ejercicio, una dieta equilibrada, técnicas de relajación, tratamiento de una enfermedad subyacente (por ejemplo, tomar hormonas tiroideas en caso de hipofunción).

Dificultad para concentrarse: causas y posibles enfermedades.

Los términos falta de concentración o trastorno de concentración describen la capacidad reducida de una persona para realizar una determinada tarea durante un largo período de tiempo. Aquellos que no pueden concentrarse adecuadamente se distraen fácilmente con estímulos externos y sus pensamientos vagan rápidamente.

La falta de concentración puede ser temporal e inofensiva o indicar una enfermedad grave. Las posibles causas de una mala concentración son, por ejemplo:

  • Sobrecarga psicológica: Las demandas excesivas profesionales y / o privadas, el estrés severo y la presión del tiempo hasta el agotamiento son posibles causas de trastornos de concentración. A corto plazo, la tensión puede hacerte más eficiente; a largo plazo, sin embargo, agota las propias reservas (de concentración) del cuerpo.
  • Falta de sueño o trastornos del sueño: cualquier persona que, por cualquier motivo, no duerma lo suficiente tiene que luchar contra la falta de concentración durante el día. Porque la falta de sueño reduce, entre otras cosas, la actividad de ciertas regiones del cerebro que controlan la atención.
  • Nutrición incorrecta o inadecuada: el cerebro necesita suficientes carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua para poder funcionar de manera óptima. Una ingesta irregular o insuficiente de carbohidratos (por ejemplo, en la anorexia) provoca fluctuaciones de azúcar en sangre. Estos pueden provocar una disminución del rendimiento y una concentración deficiente. Una deficiencia de otros nutrientes como vitaminas B, hierro o magnesio también puede causar problemas de concentración.
  • Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física puede conducir a una mala concentración. Porque si no se mueve, priva al cuerpo de una oportunidad importante para una mejor circulación sanguínea y, por lo tanto, también al cerebro de un mejor suministro de oxígeno.
  • Síndrome de abstinencia de alcohol: la dificultad para concentrarse, así como la inquietud motora e interna son síntomas comunes de abstinencia de la droga alcohólica.
  • Flujo sanguíneo cerebral deteriorado: la falta de concentración también puede ser provocada por la falta de oxígeno y nutrientes debido a trastornos circulatorios en el cerebro. Una razón común de este tipo de suministro insuficiente de sangre al cerebro es la "calcificación" (arteriosclerosis) de los vasos cerebrales.
  • Demencia: las enfermedades demencia como el Alzheimer se asocian con trastornos de la memoria, la orientación y la concentración, por ejemplo, porque el cerebro ya no recibe el suministro de sangre adecuado, las células cerebrales mueren o las proteínas se depositan en el cerebro.
  • Trastorno por déficit de atención sin (ADD) o con hiperactividad (ADHD): No solo los niños sino también los adultos pueden sufrir de ADD o ADHD. La enfermedad se asocia, entre otras cosas, con la concentración deficiente, ya que se interrumpen ciertos circuitos de control en el cerebro que, entre otras cosas, controlan la atención.
  • Presión arterial baja (hipotensión): la dificultad para concentrarse son síntomas típicos de la hipotensión porque se reduce el flujo de sangre al cerebro. Asimismo, la falta de rendimiento, el cansancio, las palpitaciones y las manos y los pies fríos pueden indicar presión arterial baja.
  • Otras enfermedades y trastornos de la salud: la concentración deficiente puede ocurrir como síntoma acompañante de diversas enfermedades y trastornos de la salud, como hipotiroidismo, insuficiencia renal, depresión y niveles altos de azúcar en sangre (hiperglucemia).
  • Medicamentos contra el cáncer: los medicamentos que inhiben el crecimiento celular, como los que se administran en la quimioterapia, pueden causar problemas de pensamiento y concentración como efecto secundario. Los médicos hablan del "quimiocerebro". La razón de este efecto secundario aún no está clara. Algunos medicamentos pueden dañar ciertas células del cerebro, afectar ciertas áreas y actividades del cerebro o dificultar la producción de ciertas hormonas.

Dificultad para concentrarse: ¿qué ayuda?

En muchos casos, usted mismo puede hacer algo acerca de la falta de concentración. Los siguientes consejos generales pueden ayudar tanto a niños como a adultos:

  • Nutrición adecuada: Consuma una dieta equilibrada y variada para proporcionarle a su cerebro todos los nutrientes que necesita. Esto evita la mala concentración debido a la desnutrición.
  • Beba lo suficiente: Beba alrededor de dos litros de líquidos al día. Los mejores son el agua, el agua mineral y el té (sin azúcar). Un cerebro "sediento" no puede funcionar de manera óptima, lo que dificulta la concentración.
  • Evite los remedios vegetales: No consuma demasiada cafeína, nicotina y alcohol.
  • sin sedantes ni estimulantes: Evite estos medicamentos si es posible.
  • Descansos regulares: asegúrese de que su cuerpo y mente puedan recuperarse de vez en cuando, especialmente cuando el estrés y el exceso de trabajo son posibles causas de la falta de concentración. Por ejemplo, se recomiendan paseos al aire libre.
  • Sueño saludable: asegúrese de dormir lo suficiente para eliminar los problemas de concentración o evitar que ocurran en primer lugar. Si es posible, limítese a horarios fijos para dormir y levantarse.
  • Técnicas de relajación: los métodos de relajación como el entrenamiento autógeno, el yoga o la relajación muscular progresiva pueden ayudar cuando hay mucho estrés y una vida cotidiana agitada, así como problemas de sueño relacionados con los nervios.
  • Consumo de medios con moderación: Limite el consumo de medios (televisión, computadora, teléfono inteligente, etc.) y el sonido excesivo (sistema estéreo, auriculares, etc.). Si el cerebro tiene que hacer frente a demasiados estímulos externos, se vuelve cada vez más difícil concentrarse.
  • Masaje de oído: también puede aumentar su concentración con un masaje de oído. Para hacer esto, amase las aurículas vigorosamente con las yemas de los dedos durante un minuto. Luego, acaricia las aurículas hacia los lóbulos de las orejas.
  • Ejercicios de respiración: debe realizar el siguiente ejercicio varias veces al día para mejorar la concentración y reducir el estrés: Siéntese derecho y coloque los pies uno al lado del otro en el suelo. Coloque las manos sobre los muslos, cierre los ojos e inhale y exhale lentamente varias veces.
  • Movimientos cruzados: También son adecuados para personas con poca concentración porque estimulan el trabajo conjunto de los hemisferios izquierdo y derecho. Por ejemplo, lleve alternativamente el codo derecho a la rodilla izquierda levantada y el codo izquierdo a la rodilla derecha levantada.
  • Plantas medicinales: los extractos de la raíz de ginseng, por ejemplo, se utilizan a menudo para estados de agotamiento y ligeros trastornos de concentración en la edad media o avanzada. Se dice que los extractos de ginkgo mejoran el flujo sanguíneo cerebral, por lo que se recomiendan contra la concentración deficiente debido a la enfermedad de Alzheimer o un flujo sanguíneo cerebral insuficiente.
  • Aceites esenciales: una lámpara de aroma con unas gotas de aceites esenciales también puede ayudar contra la concentración deficiente. Por ejemplo, son adecuados los aceites de lavanda, bergamota y romero. Sin embargo, se recomienda precaución si es propenso a las alergias.
  • Remedios homeopáticos: la homeopatía también conoce varios remedios para los trastornos de concentración, por ejemplo Avena sativa D3 (Mal desempeño y agotamiento), Kalium phosphoricum D6 (en caso de olvido) y Aethusa cynapium D6 (con poca concentración).

Dificultad para concentrarse en los niños.

Las posibles causas de los trastornos de concentración en los niños son básicamente las mismas que en los adultos. Las razones más comunes de la falta de concentración en los brotes son:

  • Exceso de trabajo y estrés: a menudo, un exceso de trabajo en la escuela y la familia o una planificación del ocio demasiado apretada y superpoblada sin suficientes descansos es el culpable de la falta de concentración.
  • Estrés psicológico: la falta de sueño, el estrés y el desequilibrio emocional también son posibles causas de la falta de concentración en los niños. Las experiencias estresantes que un niño no puede soportar fácilmente tienen un efecto negativo en la concentración.
  • TDAH: si la falta de concentración va acompañada de impulsividad e hiperactividad, el TDAH (síndrome de déficit de atención con hiperactividad) puede estar detrás. El trastorno por déficit de atención sin hiperactividad (TDA) es menos común, pero también puede causar falta de concentración.
  • Causas físicas: también puede haber causas físicas detrás de los trastornos de concentración en los niños, por ejemplo, desequilibrios en el equilibrio hormonal o mineral, falta de ejercicio, gripe, neumonía, contusión cerebral, intolerancia (por ejemplo, a ciertos alimentos o sustancias químicas) y toxinas ambientales.
  • Falta de tensión muscular: incluso una tensión muscular insuficiente puede provocar una falta de concentración. Por ejemplo, si un niño tiene que hacer un esfuerzo activo para sentarse erguido en la escuela, ya no le queda suficiente energía para concentrarse en la clase.

Reconocer la falta de concentración en los niños.

Se puede reconocer un trastorno de concentración en los niños si la descendencia olvida muchas cosas, se distrae con facilidad o, a menudo, comete errores por descuido con las tareas escolares. Los pediatras a veces recomiendan la siguiente prueba: Hable con su hijo mientras dibuja o escribe. Si luego se detiene con esta actividad, esto puede ser un indicio de falta de concentración. Un niño completamente concentrado no dejaría que la conversación lo distrajera de lo que estaba haciendo.

Dificultad para concentrarse: ¿cuándo acudir al médico?

Si la falta de concentración le resulta extremadamente incómoda o incluso amenazante, debe consultar a un médico. Lo mismo se aplica si los trastornos de concentración ocurren repentinamente, no se pueden explicar (por ejemplo, debido a un nivel de estrés inusualmente alto) o empeoran.

Una falta de concentración frecuente e inexplicable en los niños también debe ser aclarada por un médico.

Dificultad para concentrarse: ¿qué hace el médico?

El médico primero discutirá el historial médico del paciente (anamnesis) en detalle. Un examen físico y posiblemente otros métodos de examen pueden ayudar a aclarar una causa orgánica de la falta de concentración.

Por ejemplo, el médico puede realizar análisis de sangre (por ejemplo, si se sospecha deficiencia de hierro, debilidad renal o hipotiroidismo) o mediciones de la presión arterial (si se sospecha presión arterial baja) o utilizar pruebas de imagen (si se sospecha aterosclerosis o demencia).

Si hay una enfermedad subyacente detrás de la mala concentración, el médico la tratará. Por lo general, esto también mejora la capacidad de concentración.

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