Fobia social

Julia Dobmeier está completando actualmente su maestría en psicología clínica.Desde el inicio de sus estudios, se ha interesado especialmente por el tratamiento y la investigación de las enfermedades mentales. Al hacerlo, están particularmente motivados por la idea de permitir que los afectados disfruten de una mejor calidad de vida transmitiendo conocimientos de una manera fácil de entender.

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La fobia social es uno de los trastornos de ansiedad. Los afectados temen avergonzarse en público o llamar la atención. Sufren del miedo constante de ser juzgados negativamente por otros. La fobia social es una carga enorme para los afectados y, si no se trata, conduce al aislamiento social. Lea toda la información importante sobre la fobia social aquí.

Códigos ICD para esta enfermedad: los códigos ICD son códigos reconocidos internacionalmente para diagnósticos médicos. Se pueden encontrar, por ejemplo, en cartas médicas o en certificados de incapacidad laboral. F40

Fobia social: descripción

Las personas con fobia social tienen mucho miedo de llamar la atención, ya sea por su comportamiento o por síntomas de ansiedad como sudoración o rubor (eritrofobia). Temen ser observados, devaluados o burlados por otros. El contacto con otras personas es una tortura para ellos, y este miedo es especialmente pronunciado en el contacto con el sexo opuesto.

Evitar situaciones sociales tiene consecuencias de gran alcance. Por ejemplo, las personas que tienen miedo de vaciar la vejiga en los baños públicos (Paruesis) a menudo no se atreven a salir de casa durante mucho tiempo. Este fenómeno también se conoce como "vejiga tímida" y ocurre en muchos pacientes con fobia social. Los afectados viven muy solos y apenas participan en actividades de ocio.

En muchos casos, la fobia social también afecta la vida profesional. Las oportunidades de ascenso o cambio de trabajo no se aprovechan por miedo a las personas que le son desconocidas. Algunas personas con fobia social ya no pueden trabajar en absoluto. Si la fobia social es grave, conduce a un aislamiento social completo.

Por miedo a las miradas escrutadoras de otras personas, los afectados suelen comportarse de forma extraña y atraen lo que menos quieren: atención. Por ejemplo, se callan en compañía o se dan la vuelta para comer para no ser observados. Su atención se centra en no avergonzarse a sí misma y en el temor de que los síntomas físicos puedan revelar su inseguridad. Comer normalmente o dar un discurso se vuelve imposible en estas circunstancias.

¿Cuántas personas se ven afectadas por la fobia social?

Alrededor del dos por ciento de la población padece fobia social. Ocurre casi dos veces más en mujeres que en hombres. Las fobias sociales suelen comenzar en la adolescencia y la adultez temprana. Una fobia social no tiene nada que ver con la timidez "normal", los efectos en la vida social del paciente son mucho más graves.

En aproximadamente el 60 por ciento de los casos, una fobia social ocurre en combinación con otros trastornos mentales. Los afectados también padecen otros trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios o adicciones. La mitad de ellos sufre depresión al mismo tiempo.

Fobia social: síntomas

Según la clasificación CIE-10 de trastornos mentales, los siguientes síntomas están presentes en una fobia social:

Los afectados tienen un gran temor de ser el centro de atención o de avergonzarse a sí mismos. Por tanto, evitan situaciones en las que los miedos podrían convertirse en realidad.

Los miedos se relacionan con situaciones sociales como salir a comer o hablar en público. Tienen miedo de tener que unirse a grupos pequeños, por ejemplo en fiestas o en aulas, pero también de encontrarse con conocidos en público.

Los síntomas físicos son: enrojecimiento o temblores, miedo a vomitar y micción o micción fuerte. A las personas con fobia social les preocupa mucho que otras personas puedan notar estos signos. Dado que están muy centrados en los síntomas físicos, se vuelven aún más pronunciados.

Los afectados sufren en gran medida los síntomas de ansiedad y las consecuencias de la conducta de evitación. Aunque saben que el miedo es excesivo, no pueden cambiar su comportamiento por sí mismos.

Fobia social: causas y factores de riesgo

Existen diferentes explicaciones de cómo se desarrolla una fobia social. En última instancia, se puede suponer que muchos factores trabajan juntos. Los factores hereditarios probablemente contribuyan en parte. Sin embargo, el medio ambiente tiene la mayor influencia en el desarrollo de una fobia social.

Fobia social: la ansiedad social como proceso de aprendizaje

Muchos de los afectados describen que fueron objeto de burlas y humillaciones públicas con más frecuencia cuando eran jóvenes. En contacto con otras personas, tienen miedo de ser devaluados. Una cierta ansiedad básica también puede ayudarlo a evitar este tipo de situaciones en el futuro. Siguen retirándose.

Los niños que tienen un comportamiento inhibido también tienen un mayor riesgo de desarrollar una fobia social más adelante. Los niños inhibidos se sienten abrumados rápidamente por situaciones desconocidas y se retiran. Este comportamiento también puede ser adoptado por los hijos de sus padres. Si los padres están bastante ansiosos y viven aislados, el niño aprende a temer los contactos sociales y situaciones desconocidas a una edad temprana. Si la fobia social es común en las familias, es difícil determinar si la ansiedad social se hereda o se aprende.

Fobia social: pensamientos negativos

Las personas con fobia social están constantemente preocupadas por sus miedos. Rápidamente sienten que están siendo observados y, a menudo, sospechan que las reacciones de otras personas son una devaluación de su persona. Se ven a sí mismos demasiado críticos. A menudo se imponen grandes exigencias que no pueden cumplir. Un pensamiento común de las personas con fobia social es: "Los demás ven que soy torpe / estúpido / malo". Los afectados sobreestiman el efecto de situaciones percibidas como vergonzosas en los demás. Por ejemplo, asumen que son despreciados y que nunca más se los volverá a ver frente a una determinada persona. Tales pensamientos negativos pueden desencadenar y luego perpetuar la ansiedad social.

Fobia social: experiencias traumáticas

Las experiencias traumáticas en la infancia son fundamentalmente un factor de riesgo de problemas psicológicos. Esto también se aplica a la fobia social. Las experiencias tempranas de pérdida, como la muerte de uno de los padres o el divorcio, pueden contribuir al desarrollo de una ansiedad excesiva. La negligencia o el abuso son otros factores de riesgo de una fobia social. Los mecanismos de afrontamiento desfavorables aprendidos desde el principio a menudo persisten hasta la edad adulta.

Fobia social: exámenes y diagnóstico

La fobia social tiene efectos muy negativos en los afectados. Por tanto, es importante consultar a un médico, psicólogo o terapeuta con la suficiente antelación. El médico primero hará un examen físico para verificar si las causas físicas podrían ser responsables de los síntomas.

Para diagnosticar una fobia social, el médico o terapeuta pasará por cuestionarios especiales con el paciente. Le hace algunas preguntas al paciente para el proceso de evaluación externa. El paciente puede completar los procedimientos de autoevaluación solo. Ofrecen una imagen completa de las quejas del paciente y ayudan al terapeuta a realizar un diagnóstico preciso. El médico o terapeuta podría hacer las siguientes preguntas:

  • ¿Tiene miedo de hablar en público?
  • ¿Tienes miedo de ser el centro de atención?
  • ¿Tiene miedo de unirse a grupos pequeños?
  • ¿Tienes miedo de sonrojarte frente a otras personas?

Después del diagnóstico, el médico o terapeuta informa al paciente sobre los posibles métodos de tratamiento con la ayuda de psicoterapia y medicación.

Fobia social: tratamiento

Una fobia social se trata con psicoterapia y medicación. Los expertos recomiendan particularmente la terapia cognitivo-conductual. La psicoterapia psicodinámica se puede utilizar cuando la terapia cognitivo-conductual no ha tenido éxito.

Fobia social: terapia cognitivo-conductual

Al inicio de la terapia, se informa al paciente en detalle sobre la fobia social (psicoeducación). El terapeuta explica a la persona afectada qué factores contribuyen al desarrollo y mantenimiento del trastorno y qué papel juegan las afirmaciones y pensamientos poco realistas, así como la conducta de evitación.

Cambiar los pensamientos negativos

El siguiente paso de la terapia consiste en revisar y cambiar los pensamientos desfavorables (reestructuración cognitiva). Por ejemplo, el terapeuta cuestiona los pensamientos del paciente relacionados con la evaluación de otros. ¿Puede la persona saber realmente cómo piensan los demás de ella? ¿Puede estar seguro de que otros encontrarán su comportamiento vergonzoso?

Para muchos pacientes, estos pensamientos son automáticos, por lo que no son conscientes de ellos. El terapeuta entrena al paciente para que reconozca pensamientos poco realistas y aterradores. Porque solo entonces podrá cambiar de opinión. Luego, el terapeuta motiva al paciente a encontrar patrones de pensamiento realistas que sean menos amenazantes.

Juego de rol

En el curso posterior de la terapia, la atención se centra en los juegos de roles que sirven para enfrentar los miedos. Muchos de los afectados se han olvidado de cómo tratar con los demás a lo largo del tiempo porque han evitado situaciones sociales. Las situaciones reales se simulan en juegos de roles. Una práctica común es que el paciente dé un discurso frente a los demás participantes. De esta manera, el paciente desarrolla competencias que están destinadas a hacerlo más seguro en la interacción social.

Enfrentamiento con los miedos

El siguiente nivel de confrontación con los miedos del paciente tiene lugar fuera de una clínica o práctica (terapia de exposición). En público, los afectados deben ponerse en situaciones incómodas y embarazosas. Los desafíos aumentan lentamente.

Cuando se exponen, los pacientes a menudo experimentan que las reacciones temidas no ocurren. Las otras personas reaccionan a ellos de manera neutral o incluso positiva. Al igual que con otros trastornos de ansiedad, la imaginación y los pensamientos de miedo son significativamente peores que la realidad. Con este conocimiento, los afectados pueden superar la fobia social.

Fobia social: psicoterapia psicodinámica

La psicoterapia psicodinámica se centra en los conflictos no resueltos que pueden contribuir a la fobia social. Los conflictos en las relaciones en particular pueden ser un desencadenante.

Los afectados buscan reconocimiento, pero tienen tanto miedo al rechazo y la humillación que el contacto normal se vuelve imposible. El miedo a revelar su inseguridad sonrojándose o temblando a menudo conduce a una ruptura en la relación. Como parte de la psicoterapia psicodinámica, el terapeuta y el paciente investigan cómo se produjo este patrón de relación desfavorable y para qué sirvió. En algunos pacientes, por ejemplo, resulta que el origen radica en las excesivas exigencias de la propia familia. No cumplir con estas demandas puede convertirse en una carga de por vida y extenderse a otras personas y situaciones.

Fobia social: medicación

La fobia social generalmente se trata con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o noradrenalina (ISRS / IRSN), como paroxetina o venlafaxina. Evitan que las sustancias mensajeras serotonina o norepinefrina se retiren rápidamente de su lugar de acción. Sin embargo, se necesitan de dos a cuatro semanas para que se observe un efecto. Una vez que los síntomas mejoran, los medicamentos se recetan durante algunas semanas más para prevenir una recaída. Los efectos secundarios no deseados incluyen inquietud, náuseas y disfunción sexual.

Fobia social: otros tratamientos

Las técnicas de relajación ayudan a los afectados a reducir su tensión constante. Se recomienda principalmente la relajación muscular progresiva de Jacobson. Con este método, todo el cuerpo se relaja activamente mediante ejercicios de respiración y la tensión y relajación de los músculos.

Si los pacientes tienen otras enfermedades mentales como depresión además de su fobia social, estas también deben ser tratadas.

Fobia social: curso de la enfermedad y pronóstico

Si no se trata, la fobia social es crónica en muchos casos. Cuanto antes se desarrolle la fobia social, peor será el pronóstico. Los afectados desarrollan otros trastornos mentales con mayor frecuencia, especialmente depresión y adicciones. Tanto en el trabajo como en el ámbito interpersonal privado, una fobia social restringe severamente a los afectados. Si el nivel de sufrimiento aumenta demasiado, existe el riesgo de que los afectados se quiten la vida.

Con tratamiento profesional, los afectados tienen muchas posibilidades de obtener un resultado positivo. Existe una evidencia particularmente buena de la efectividad de la terapia cognitivo-conductual, incluso si la fobia social ha existido durante algún tiempo.

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