Hallazgo sensacional en el cerebro

Christiane Fux estudió periodismo y psicología en Hamburgo. El experimentado editor médico ha estado escribiendo artículos de revistas, noticias y textos fácticos sobre todos los temas de salud imaginables desde 2001. Además de su trabajo para, Christiane Fux también se dedica a la prosa. Su primera novela policiaca se publicó en 2012, y también escribe, diseña y publica sus propias obras policiacas.

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Durante mucho tiempo, se consideró que el cerebro era el único órgano que estaba sellado herméticamente del sistema linfático. Para proteger contra patógenos circulantes. ¿Es necesario reescribir los libros de texto médicos ahora?

Innumerables científicos han investigado el cerebro humano. Lo pesaron, lo midieron, lo desmontaron, examinaron secciones de tejido bajo el microscopio electrónico, lo radiografiaron con la ayuda de ultrasonido y rayos X y finalmente lo observaron pensar con un tomógrafo de resonancia magnética.

Todos pasaron por alto las estructuras que están cambiando la comprensión médica de la interacción entre el sistema inmunológico y el cerebro. El órgano humano del pensamiento parecía haber sido mapeado por completo durante décadas. El descubrimiento podría tener el potencial de revolucionar el conocimiento y la gestión de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis múltiple.

Cerebro detrás de las barreras

Las estructuras recién descubiertas son extensiones del sistema linfático, un componente central de las defensas del cuerpo. Hay innumerables células inmunes en todos los ganglios linfáticos del cuerpo. Los patógenos se vuelven inofensivos aquí. Se transporta hacia adentro y hacia afuera a través de los vasos linfáticos, que recorren el cuerpo como una red y llegan a todos los órganos, excepto al cerebro. Uno creyó.

Se imaginó que el valioso órgano estaría sellado herméticamente del líquido linfático para protegerlo. Porque los patógenos y las toxinas retozan en él. Solo se conocía una puerta de entrada: la llamada barrera hematoencefálica. Sin embargo, a través de ellos pueden pasar casi exclusivamente nutrientes, oxígeno y dióxido de carbono.

Conexiones ocultas

Y ahora eso: el sistema linfático no solo se ocupa de los órganos del cuerpo como el estómago, el hígado, la piel y los intestinos. Las ramificaciones más sutiles aparentemente llegan al órgano del pensamiento mismo: una sensación. Las estructuras fueron encontradas por Antoine Louveau, un joven científico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia. Originalmente ideó una nueva técnica para extraer las meninges de ratones para examinarlas sin dañarlas, y en el proceso encontró los mejores vasos linfáticos. ¿Cómo pudieron haber sido pasados ​​por alto durante tanto tiempo?

“Estaban muy bien escondidos”, explica el profesor Jonathan Kipnis, jefe del laboratorio. "Si no sabe exactamente lo que está buscando, simplemente lo pasa por alto". Además, la hebra principal de los vasos linfáticos cerebrales se anida contra un importante torrente sanguíneo que se extiende desde el cerebro hasta los senos nasales, un área que es difícil para ver.

Si anteriormente se suponía que el cerebro solo se comunica con el sistema inmunológico a través de sustancias mensajeras y estímulos nerviosos, ahora se ha encontrado por primera vez una conexión directa entre las dos estructuras. Un descubrimiento que está revolucionando la comprensión de la interacción entre el cerebro y el cuerpo.

Nueva comprensión de las enfermedades del cerebro.

“Ahora asumimos que los vasos linfáticos del cerebro juegan un papel central en todas las enfermedades neurológicas que tienen un componente inmunológico”, dice Kipnis. Por ejemplo, el Alzheimer: "En esta forma de demencia, las proteínas se acumulan y se agrupan en el cerebro", explica el científico. “Quizás ese sea el caso porque no pueden ser transportados con la suficiente eficacia a través de los vasos linfáticos”. En el futuro, los mecanismos biológicos en los que se basan enfermedades como el Alzheimer, la esclerosis múltiple y el Parkinson tendrán que ser reexaminados por completo.

Hay mucho trabajo esperando a los científicos. Pero con la posibilidad de una mejor comprensión de estas enfermedades incurables, existe una gran esperanza de que algún día podamos controlarlas.

Fuente: Antoine Louveau: Características estructurales y funcionales de los vasos linfáticos del sistema nervioso central. Nature, 2015; DOI: 10.1038 / nature14432

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