infusión

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Durante una infusión, al paciente generalmente se le administran grandes cantidades de líquidos a través de una vena. Como parte de dicha terapia de infusión, se proporcionan agua, sales y nutrientes. Esto es necesario, por ejemplo, si hay falta de agua o después de un sangrado severo. Lea todo sobre las infusiones, cuándo se administran y cuáles son los riesgos.

¿Qué es una infusión?

Los médicos se refieren a la administración de soluciones de infusión especiales como infusión. Coloquialmente, esto también significa el líquido en sí. Una infusión es necesaria para muchos cuadros clínicos y ayuda a normalizar el equilibrio de líquidos y sal de un paciente. A diferencia de la llamada transfusión, el paciente no recibe ningún producto sanguíneo como glóbulos rojos o proteínas de coagulación de la sangre con infusiones.

Tipos de infusiones

Las soluciones de infusión difieren en sus ingredientes y sus proporciones. El propósito de una infusión resulta de estas propiedades:

  • Las soluciones de electrolitos contienen electrolitos (sales) como sodio, potasio o calcio. Una forma especial es la infusión de NaCl (cloruro de sodio), que contiene sal de mesa pura.
  • Además de las sales, las soluciones de glucosa contienen principalmente glucosa (azúcar de uva).
  • Las soluciones coloidales contienen coloides como hidroxietil almidón. Estas moléculas grandes que se unen al agua se utilizan para mantener la presión arterial.
  • Terapia de infusión con medicamentos: muchos medicamentos solo se pueden administrar después de que se hayan disuelto en una solución de infusión, por ejemplo, en una infusión de NaCl.

Más información: infusión de vitamina C

Cuándo realizar una infusión de vitamina C y qué hay que tener en cuenta en el artículo Infusión de vitamina C.

Cuando hacer una infusión

La terapia de infusión siempre es necesaria cuando la función cardiovascular de un paciente necesita apoyo. Las posibles áreas de aplicación incluyen:

  • Falta de líquidos, por ejemplo, con calor extremo o diarrea.
  • Pérdida de sangre después de un accidente o con hemorragia interna.
  • Infusiones como parte de una dieta artificial.
  • Reemplazo de electrolitos en caso de deficiencia de sal
  • Hipoglucemia
  • Administración de fármacos solubles, por ejemplo, durante la quimioterapia.

¿Qué haces con una infusión?

La forma más común de administrar infusiones es a través de una vena. Esto requiere un acceso venoso permanente (catéter venoso o catéter de puerto para quimioterapia), que puede ubicarse en los brazos o piernas, así como en el cuello.

Una infusión subcutánea permite administrar rápidamente grandes cantidades de líquidos. Para hacer esto, el médico coloca una aguja fina debajo de la piel (subcutis). Los pequeños vasos sanguíneos absorben las soluciones de infusión y las pasan al torrente sanguíneo.

El líquido de las botellas o bolsas de infusión fluye hacia el cuerpo a través de un tubo de plástico y el catéter o una aguja de infusión. En el caso de una administración más prolongada, por ejemplo en unidades de cuidados intensivos, se utilizan bombas de infusión especiales que permiten una dosificación precisa.

¿Cuáles son los riesgos de una infusión?

En principio, el acceso necesario durante una infusión puede inflamarse por patógenos introducidos. Luego, el médico retirará el catéter o la aguja y, si es necesario, le recetará un antibiótico. Al realizar el acceso, pueden producirse lesiones nerviosas o sangrado.

Dependiendo de la solución de infusión, pueden surgir varias complicaciones. Éstos incluyen:

  • Soluciones de electrolitos: administración de concentraciones de electrolitos excesivamente altas
  • soluciones coloidales: reacciones alérgicas y disfunción renal
  • Soluciones de glucosa: sobrehidratación o alteración de la conciencia.
  • Cambios en el equilibrio ácido-base
  • aumento excesivo de la presión arterial
  • Estrés en el corazón por cantidades excesivas de líquidos.
  • Formación de edema (depósitos de agua en el tejido)
  • Irritación de las venas y posición incorrecta del catéter venoso

¿Qué debo tener en cuenta después de una infusión?

Los niveles de electrolitos se controlan regularmente para infusiones a largo plazo. Tenga cuidado con las irritaciones de la piel, como enrojecimiento o sobrecalentamiento en el área del sitio de punción de la aguja de infusión, que pueden indicar inflamación. El deterioro de la conciencia, la hinchazón o la dificultad para respirar son síntomas típicos de las complicaciones que pueden ocurrir con una infusión.

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