Síndrome del túnel tarsal

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En el síndrome del túnel tarsiano (síndrome de cuello de botella tarsiano, síndrome de compresión nerviosa), el nervio tibial, que también atraviesa el pie, está irritado o dañado. La causa es un estrechamiento del llamado túnel tarsal, que se encuentra cerca del tobillo. Esto conduce a daños por presión en el nervio. El resultado son sensaciones anormales como hormigueo y dolor en el antepié. A veces, es necesario operar el túnel del tarso para aliviar el nervio. Descubra todo sobre los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento del síndrome del túnel tarsiano aquí.

Códigos ICD para esta enfermedad: los códigos ICD son códigos reconocidos internacionalmente para diagnósticos médicos. Se pueden encontrar, por ejemplo, en cartas médicas o en certificados de incapacidad laboral. G57

Síndrome del túnel tarsal: descripción

El síndrome del túnel tarsal es el término utilizado para describir el daño al nervio tibial (nervio tibial) en el área del tobillo. Allí el nervio pasa por el llamado túnel tarsiano. El túnel está formado por la parte interna del tobillo del pie y un ligamento tenso. El nervio tibial controla los músculos de la planta del pie y los músculos de la parte inferior de la pierna, que son los encargados de flexionar la pierna. Además, todas las percepciones en la zona de la parte inferior de la pierna, el talón y la planta del pie se transmiten al sistema nervioso central a través del nervio. Si el nervio en el túnel del tarso se irrita por la presión constante, se denomina síndrome del túnel del tarso. El pie y la parte inferior de la pierna se ven afectados principalmente.

Síndrome del túnel tarsal: síntomas

El síndrome del túnel tarsiano se caracteriza principalmente por sensaciones nocturnas anormales en el área de las plantas delanteras de los pies y los dedos de los pies. Ardor de pies, entumecimiento y hormigueo a menudo atormentan a los afectados durante toda la noche. Los síntomas también pueden irradiarse a la pantorrilla. Además, el área alrededor de la parte interna del tobillo es permanentemente sensible al dolor. Estar de pie y caminar durante largos períodos de tiempo exacerba los síntomas, pero levantar el pie y descansar puede aliviarlos.

Dado que el nervio inicialmente se regenera una y otra vez, los síntomas aparecen de forma irregular al principio. En el curso de la enfermedad, sin embargo, el nervio sufre un daño permanente, la parestesia y el dolor persisten. Posteriormente, los músculos inervados por el nervio también pueden resultar dañados. Los afectados sienten debilidad muscular y ya no pueden mover los pies correctamente. Un movimiento típico que solo es posible hasta cierto punto en este caso es el control del pedal del acelerador cuando se conduce un automóvil.

Síndrome del túnel tarsal: causas y factores de riesgo

La causa del síndrome del túnel tarsiano se puede encontrar en alrededor del 80 por ciento de los casos. Por lo general, son las lesiones o las excrecencias óseas benignas las que estrechan el túnel del tarso. Sin embargo, en ocasiones, incluso los pequeños tumores o inflamaciones pueden provocar un cuello de botella en la estructura.

Las malformaciones del pie, como los arcos arqueados, pero también los deportes que ejercen presión sobre los pies y las malposiciones de la articulación del tobillo debido a lesiones u osteoartritis, promueven el desarrollo de un síndrome del túnel del tarso. Las venas varicosas o la diabetes mellitus también se consideran factores de riesgo. Los zapatos demasiado ajustados o demasiado altos, como las botas de montaña o de esquí, pueden desencadenar o empeorar el síndrome del túnel tarsiano.

Síndrome del túnel tarsal: exámenes y diagnóstico

Si sospecha un síndrome del túnel tarsiano, debe consultar a un médico desde el principio. De esta manera, a menudo se puede evitar el daño permanente a los nervios. El médico, cirujano ortopédico, hará, entre otras cosas, las siguientes preguntas:

  • ¿Cuánto tiempo han existido los síntomas?
  • ¿Cuándo son los síntomas particularmente intensos?
  • ¿El dolor solo ocurre durante el esfuerzo o también ocurre en reposo?
  • ¿Se pueden desencadenar o agravar los síntomas de alguna manera?
  • ¿Te has lesionado el pie últimamente?
  • ¿Tiene alguna enfermedad que afecte el pie o sus nervios?

Luego, el médico examina el pie. A veces puede provocar el dolor dando palmaditas en el área debajo del maléolo medial. Una debilidad en los músculos inervados por los nervios, pero también signos de inflamación local, como hinchazón y sobrecalentamiento, pueden ser indicios de un síndrome del túnel del tarso.

La electronurografía (ENG) se puede utilizar para examinar el nervio y los músculos que inerva. Este examen prueba la excitabilidad del nervio y la velocidad a la que transmite un impulso. El diagnóstico del síndrome del túnel tarsiano también puede apoyarse en una radiografía o una resonancia magnética (IRM).

Síndrome del túnel tarsiano: tratamiento

En primer lugar, lo más importante es reducir la presión mecánica sobre el nervio. Las plantillas de zapatos pueden hacer que la carga se mueva desde el interior del pie hacia el exterior. Se prescriben medicamentos para el dolor. La cortisona inhibe posibles procesos inflamatorios y de esta manera conduce a una inflamación más rápida del tejido circundante. Esto también alivia el nervio.

Si después de aproximadamente dos meses no hay mejoría en los síntomas debido al dolor y la terapia de alivio, generalmente solo una operación puede ayudar a aliviar a los afectados del dolor y las sensaciones anormales. Se quita la banda apretada que rodea el túnel tarsiano. Ocasionalmente, es necesario dividir parte de la vaina nerviosa. Los crecimientos óseos o tumores también se extirpan quirúrgicamente. Después de la operación, el pie debe aliviarse con muletas.

Síndrome del túnel tarsal: curso de la enfermedad y pronóstico

Sin tratamiento, los síntomas del síndrome del túnel tarsiano empeoran. El nervio eventualmente se daña irreversiblemente. Por tanto, el síndrome debe tratarse lo antes posible. Si ya se ha producido un daño permanente en el nervio tibial o las funciones musculares han fallado, normalmente una operación ya no puede revertir este problema.

El éxito de una operación también depende en gran medida de las enfermedades que la acompañan, por ejemplo, las lesiones, la longitud de la sección nerviosa afectada y la capacidad regenerativa del nervio. El proceso de rehabilitación después de una operación puede durar hasta seis meses. En algunos casos, es necesaria otra operación para aliviar los síntomas de los pacientes con síndrome del túnel tarsiano.

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